No hay recetas para
ser empresarios exitosos, lo único que existe es gente que ama su trabajo y se
dedica a él con mucho entusiasmo.
El éxito tiene que ver con actitudes y aptitudes. Tiene que
ver con algunas características personales que le permitirán al microempresario
trazar un plan de mejoramiento empresarial basado en el autoreconocimiento:
¿cómo soy y qué podré mejorar? ¿por dónde comenzar a trabajar? ¿para qué?
logré con mi propio perfil ser un empresario de éxito?
Debe existir una actitud abierta hacia la formación. Hay que
estudiar siempre y autoevaluarse constantemente para identificar el potencial
que cada uno tiene en relación con sus competencias, habilidades gerenciales y
la ética en la toma de las decisiones de la actividad que vamos a
emprender. Queda muy claro que un empresario se sale de la zona de
confort. Tiene una actitud de servicio que será clave para que el cliente
regrese y envíe más clientes por el boca a boca.
Hay cuatro factores fundamentales a tener en cuenta a la hora de
iniciar un negocio:
1. Comprometerse con el reto. Ser apasionado e ir siempre más
allá.
2. Tener conocimientos de la actividad que se decide
emprender. Esto requiere de análisis anticipado para conocer en lo que
está involucrándose.
3. Tener habilidades en el tipo de actividad que se realice.
No solo ponga el negocio porque tiene capital, sino que usted debe saber hacer
las cosas del negocio, para tener criterio que le permita tomar decisiones
inteligentes en el manejo de este y que nadie le meta gato por liebre.
4. Emprender y ser perseverante.